Existe una frase que describía a la selección ecuatoriana, “jugamos como nunca, perdimos como siempre”, hoy, esa frase cambio a, “jugamos como siempre, perdimos como siempre”.
Ecuador nunca encontró el balón, tampoco la fuerza, peor el espíritu para contrarrestar la embestida uruguaya. Jugadores en un pésimo nivel futbolístico, y un técnico que deja más dudas que certezas en su formación, fueron la crónica de una muerte anunciada.
Hernán Darío Gómez, nunca fue del agrado de la afición ecuatoriana. Jugadores como Gabriel Achiller, Arturo Mina, José Quintero, tampoco han entrado en el corazón del hincha ecuatoriano.
¿Chao Bolillo, hola Célico?, es una preguntita nomás…
