Tras ser seleccionado tricolor por Sixto Vizuete a los 17 años, y ganar la medalla de oro en los panamericanos de Brasil, fue llevado a debutar por dos años en el Cruzeiro. En el año 2010 volvería a la Capital para jugar en la Academia y ganar su título a nivel Nacional, lo que le llevaría a que su fútbol se dé a conocer en México. Es en el año 2012 quedó campeón con el Tijuana, y su experiencia en el fútbol crece a un nivel alto.
Tras estas grandes experiencias, en Enero de este nuevo año, Fidel viajó a Montevideo para vestir la piel de Peñarol, y también la número 9, número que vistió también uno de los grandes del fútbol Ecuatoriano. Y con este número, en tierras uruguayas anotó su primer tanto y logró su primer título con este club. En el campo de juego se ve un muchacho con los ojos brillantes, el semblante de su rostro connota felicidad, mientras festeja su tanto con una maleta en sus espaldas, la felicidad desborda por todo su cuerpo, su alma y espíritu por saber hasta dónde ha llegado.
El título que ganó con Peñarol es la Supercopa Uruguaya. Esto le pone a pensar que debe ser uno de los futbolistas que debe hacer historia en el fútbol ecuatoriano. Ser uno de los grandes reconocidos e inmortales como lo fue Spencer, ideal que tiene como ejemplo Fidel. Espera crecer más y más, llegar lejos, ganarse su nombre en la historia del fútbol, no solo en un club nacional o internacional sino, también en la ‘tri’.
