Los equipos con tinte de campeones tienen que probarse de todas las situaciones. Cuando van arriba en el marcador, cuando viven un empate sofocante y cuando empiezan perdiendo y es necesario remar el doble de fuerte. Mónaco ya vivió todas estas, incluso este sábado se dio el lujo de irse abajo con Toulouse y, en menos de 20 minutos cambiar la historia para imponerse en el estadio Luis II por 3-1.
El conjunto monegasco, que inició perdiendo con un gol de Ola Toivonen apenas comenzaba la segunda parte, se volcó al ataque y en los pies de Kamil Glik encontró la igualdad tres minutos después de ver vulnerado su arco.
Ya con la tranquilidad de la balanza equilibrada, Leonardo Jardim apostó más por el juego en las bandas y en una jugada así llegó el gol de Kilian Mbappe, el decimocuarto de la temporada para un joven que apenas tiene 18 años, pero que sigue ratificando por qué es la sensación de Europa.
En el minuto 75, Mónaco puso fin a la historia con tanto de Thomas Lemar, quien sentenció el 3-1 final que deja al equipo monegasco con 83 puntos, tres más que PSG y un partido menos. Radamel Falcao García jugó todo el encuentro y tuvo un par de opciones claras que supo controlar el portero Alban Lafont.
Ahora, con la tranquilidad de tener todo en orden, en casa, llega el momento de ir en búsqueda de la hazaña en Europa, contra Juventus, un duelo en el que es mejor llegar con el envión anímico que da la victoria.