El partido que dio inicio a una nueva temporada de la NBA, entre Cleveland Cavaliers y Boston Celtics, brindo un gran espectáculo a pesar de tener un lamentable suceso.
Y es que, con tan solo 5 minutos del primer cuarto, el reloj tuvo que detenerse por un hecho escalofriante. En una mala caída el alero de los Celtics, Gordon Hayward, se fracturo el tobillo izquierdo, provocando un estado se shock en todos los aficionados que estaban presentes.
El partido que marcaba su debut con los Celtics, luego de fichar por 4 años el pasado verano. Termino siendo una noche muy triste por su lesión, dejándolo prácticamente fuera de toda la temporada.